19 mayo 2010

La plaza vacía



Pase al otro lado de la línea del tren, llegue a una plaza, estaba con gente, pero de a poco ellos comenzaron a marcharse y la tranquilidad empezó a llegar.
Hace tiempo que no estaba en una plaza vacía, quizás nunca me había tocado estar en una, veo los juegos inmóviles y me habría encantado poder tomar una foto en blanco y negro.
Siempre me han gustado las plazas y normalmente son mi destino final cuando salgo a pasear en bicicleta, todas son diferentes y cada una de ellas nos muestra un mundo.
Recuerdo la que esta en sucre con miguel claro, esa siempre estaba llena de familias y niños jugando con sus padres; el parque forestal, si bien no es una plaza, reúne las características necesarias y en él siempre es normal ver parejas y gente con sus mascotas o trotando; en el parque que esta en Bilbao normalmente se ven estudiantes dibujando o estudiando; en el plaza de Valenzuela castillo en la que tantas veces logre conseguir un relajo mientras la oficina estaba en caos; y como dejar afuera mi extrañada plaza ñuñoa, en ella encuentras todo lo que puedes esperar de una plaza, juegos, niños, turistas, vendedores, acróbatas, parejas, amigos, escritores, estudiantes, teatro, helados, pubs, inciensos, globos ... Y hoy aquí estoy en esta bella plaza que aún cuando termino de escribir sigue vacía.