23 enero 2007

Llego a la oficina con mucho sueño, pero con mucho animo, me siento y confirmo que mi nana (como llamo a mi abuela) ya vio la tarjeta que le mande por su cumple ayer, y automáticamente vuelvo a ver la emoción de sus ojos al estar frente a las velas en la celebración del domingo.

Me emociona recordarlo, me emociona saber que a pesar de todos los sustos aun sigue conmigo. Falta poco para que llegue mi hermano, su nieto favorito, eso la ha mantenido con ganas, ganas de vivir, de esperar creo.

Recuerdo cuando mi papa estaba agonizando, sin poder ni hablar, con un gesto preguntaba cada cierto rato la hora, nadie entendía porque, que importancia tenia la hora en ese minuto. Finalmente mire a mi lado, y falta uno de mis hermanos ¿Lo estaría esperando? Me pregunté…. Y claro media hora después de que estaba toda la familia reunida…el murió.

Ese recuerdo me produce miedo no lo niego. Pero por otro lado las ganas que tengo de ver a mi hermano, de que este aquí, de poder mirarlo, abrazarlo casi tan fuerte como cuando lloramos juntos más de alguna ves, me adelanto a lo emocionante que será ese reencuentro entre ellos, entre todos en realidad.

En una día como hoy estaba de aniversario con Gonzalo, en un día como hoy estaba viendo mis pésimos resultados en la Prueba de Aptitud académica. Hace mil años ya

Hoy llamo a la Katty, mi gran amiga, una de mis partner que esta en España ya hace 4 años, le doy la bienvenida a los 29 años, se ríe y me confirma que éste lunes podré irla a buscar al Aeropuerto, no lo puedo creer….

Finalmente febrero será más movido de lo que creía, por más de un seg agradezco estar sola pa poder disfrutar todo esto como corresponde.

Uf siento como si ya estuviera sintiendo esos grandes abrazos, esos que tantas veces dijimos debernos, tantos por alegrías y otros muchos por penas que hemos pasado separados.

Hoy el día había partido normal, pero basto que cruzara el paso de cebra de la plaza Ñuñoa en la bicicleta, cuando paso un auto que no señalizo, yo lo miro fijo…. Chora… él me mira, tenia una cara de buen cabro, esos que miras y aunque quieras, no puedes enojarte, fue entonces cuando bajo el vidrio y me dice…. Por fa mil disculpas. Cuando escuche sus disculpas que en esta gran ciudad parecen no existir, me sorprendió, (aun queda gente así) sonreí, seguí mi camino.

5 comentarios:

Sr. Ocioso dijo...

Es genial que todavía hay gente que es feliz con las cosas simples de la vida.
Ojalá lo pase la raja haciendo realidad sus planes.

Saludos desde el Planeta Tierra.

:: CLauD!o :: dijo...

qué íntimo ...! no sé ... a lo mejor no es la mejor palabra ... pero ... seguiré leyendo ...
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no sé porqué ... pero me gustó lo de la plaza ñuñoa ... lo de la bicicleta debe ser ... (ciclovías para irarrázaval!! ... ) ...

Gonzalo Villar Bordones dijo...

qué menos, encontrarse con un hada en la vía pública.

Jorge Saavedra dijo...

jajaja... Hay que tener un buen nivel de tolerancia para andar en Bici por este caótico Santiago

FILIPPO dijo...

hey Fran! me gustó mucho lo que escribiste en mi blog, eso de las runas...y fijate que le apunta medio a medio.

GRACIAS!

Me encanta cuando cuando escribes tan visualmente.

LO VI TODO!!!

Notable lo del reloj q no ves la hora, me gusta eso de detención del tiempo o la poca importancia de él (al ser de cartón)

saludos!!